Revolving 04/12/2025

Guía para reclamar si tienes una tarjeta revolving Ikea

Guía para reclamar si tienes una tarjeta revolving Ikea

Si en algún momento has utilizado la tarjeta Ikea con la opción de pago aplazado o de financiación de compras, es posible que tengas derecho a reclamar. A muchas personas se les ha ofrecido este producto como una tarjeta cómoda para financiar compras, cuando en realidad estaban contratando una tarjeta revolving, con consecuencias muy gravosas, consistentes en intereses muy elevados, cuotas que apenas reducen el saldo pendiente y la sensación de que la deuda no se termina nunca.

El objetivo de esta guía es ofrecer una visión clara a quienes han contratado una tarjeta Ikea, explicando qué son las tarjetas revolving, por qué la tarjeta Ikea puede encajar en este modelo, qué vías de reclamación existen y cómo se articula el proceso de reclamación.

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¿Qué es una tarjeta revolving?

Una tarjeta revolving es, en esencia, un mecanismo de financiación asociado a una tarjeta de crédito. Permite pagar las compras en varias mensualidades, utilizando una línea de crédito que se va devolviendo paulatinamente. Jurídicamente se instrumenta mediante un contrato de crédito al consumo en el que se fijan, entre otros extremos:

  • El límite máximo de crédito disponible.
  • La forma de devolución, normalmente una cuota mensual fija o un porcentaje del saldo que quede pendiente.
  • El tipo de interés que se aplicará sobre el capital dispuesto.
  • Las comisiones y gastos adicionales.

La característica que la diferencia de otros sistemas de financiación es que, según se van pagando las cuotas, el crédito va “renovándose”. Lo que se devuelve vuelve a quedar disponible, siempre dentro del límite concedido, de manera que el consumidor puede seguir utilizando la tarjeta sin necesidad de firmar nuevos contratos.

Los problemas aparecen cuando se combinan dos factores muy habituales en este tipo de productos:

  • Cuotas mensuales muy reducidas en comparación con la deuda pendiente.
  • Un tipo de interés sensiblemente elevado.

Con ese esquema, la mayor parte de la cuota mensual se destina a pagar intereses y solo una fracción mínima a amortizar capital. Como consecuencia, el saldo apenas disminuye y la deuda puede prolongarse durante años, situación que atrapa económicamente a muchos consumidores.

¿Por qué la tarjeta Ikea puede considerarse una tarjeta revolving y dar lugar a reclamaciones?

La tarjeta Ikea se suele publicitar como una tarjeta que permite pagar en el momento o aplazar el pago de las compras realizadas en la tienda o asociadas a la financiación de productos. Cuando el cliente opta por la modalidad de pago aplazado, con cuotas bajas y un interés muy alto, la operativa que se genera es la típica de una tarjeta revolving.

Si has tenido una tarjeta Ikea, has financiado compras con intereses elevados y, pese a pagar cada mes, comprobabas que el saldo pendiente apenas descendía, es probable que te encuentres dentro del grupo de afectados por este tipo de productos y que resulte aconsejable revisar tu caso con vistas a una reclamación.

Supuestos en los que puedes reclamar

En materia de tarjetas revolving existen dos importantes opciones para reclamar: la usura del tipo de interés y la falta de transparencia en la contratación.

Reclamación por usura (intereses desproporcionados)

La Ley de 23 de julio de 1908, conocida como Ley de Usura o Ley Azcárate, declara nulo todo préstamo en el que se haya pactado un interés notablemente superior al normal del dinero y que, además, resulte manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso concreto.

Aplicado a las tarjetas revolving, el Tribunal Supremo, en la sentencia 258/2023, de 15 de febrero de 2023, ha precisado que existe usura cuando la diferencia entre el tipo medio de mercado en la fecha de contratación y la TAE pactada en el contrato es superior a 6 puntos porcentuales.

De forma práctica, se considera que hay base para una reclamación por usura cuando concurren, resumidamente, estas condiciones:

  • La TAE prevista en el contrato de la tarjeta Ikea es muy superior al tipo medio de las tarjetas revolving de la misma época.
  • La diferencia no es marginal, sino claramente significativa: la TAE del contrato supera en más de 6 puntos porcentuales el tipo medio vigente en el momento de la contratación.

Como referencia general, muchas tarjetas revolving han llegado a una TAE por encima del 20 % e incluso más altas. Si tu tarjeta Ikea se sitúa en niveles semejantes, es razonable sospechar la existencia de intereses usurarios y resulta recomendable analizarlo con detalle.

Reclamación por falta de transparencia

Aunque el interés no alcance el umbral de la usura, el contrato también puede ser declarado nulo si el consumidor no dispuso de información suficiente para entender la carga económica que estaba asumiendo. Esto sucede, entre otros supuestos, cuando:

  • No se facilitó información clara, sencilla y comprensible sobre el funcionamiento real de la tarjeta Ikea.
  • No se explicó cómo se distribuía la cuota entre intereses y devolución de capital.
  • No se advirtió de la duración real de la deuda resultante de la cuota elegida.
  • Se presentó la tarjeta prácticamente como un cómodo medio de pago de tienda, sin hacer hincapié en que se trataba de un crédito revolving, con sus riesgos y particularidades.

En términos generales, existe falta de transparencia cuando el consumidor no recibe explicaciones claras sobre el producto y, en consecuencia, no puede valorar adecuadamente el coste total de la financiación. Se trata de una situación muy frecuente en la comercialización de tarjetas revolving.

En los últimos años, el Tribunal Supremo ha dictado resoluciones muy relevantes que refuerzan esta vía de reclamación y concretan en qué supuestos procede declarar la nulidad de los intereses remuneratorios de las tarjetas revolving por falta de transparencia.

¿Puedo reclamar aunque haya cancelado ya la tarjeta Ikea?

El hecho de haber dado de baja la tarjeta no impide reclamar. La acción de nulidad por usura o por falta de transparencia se considera, con carácter general, imprescriptible. Esto significa que no hay un plazo máximo cerrado para solicitar judicialmente que se declare la nulidad del contrato.

Lo que sí puede generar debate es el alcance económico de la restitución, es decir, desde qué momento y hasta qué momento se pueden reclamar las cantidades. Este aspecto exige un análisis jurídico detallado, por lo que es especialmente importante que un abogado revise la documentación y el historial de pagos.

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Plazo para reclamar

Como se ha señalado, la acción de nulidad del contrato por usura o falta de transparencia no está sometida a un plazo de prescripción, por lo que se puede iniciar la reclamación incluso si han pasado muchos años desde que se dejaron de pagar cuotas de la tarjeta Ikea.

Sin embargo, las consecuencias económicas derivadas de esa nulidad, concretamente en lo relativo a la devolución de cantidades, sí pueden verse afectadas por criterios de plazos. De ahí la importancia de que un profesional valore, en cada caso, cuál es la estrategia procesal más adecuada para maximizar la recuperación de importes.

¿Qué pasa si se estima la reclamación?

Cuando la reclamación prospera y se declara la nulidad del contrato de tarjeta revolving, las consecuencias principales son las siguientes:

  • El consumidor únicamente debe devolver el capital que efectivamente recibió, es decir, el dinero que realmente llegó a utilizar.
  • La entidad emisora de la tarjeta Ikea está obligada a reintegrar todo lo pagado por encima de ese capital, incluyendo:
    • Los intereses remuneratorios (los que se pagan por el uso del dinero prestado).
    • Los intereses de demora (los que se devengan por retrasos en el pago).
    • Determinadas comisiones y otros cargos ligados al crédito, cuando resulte procedente su devolución.

En términos prácticos, lo anterior puede dar lugar a dos escenarios:

  • Si el consumidor ya ha devuelto al menos el capital que utilizó, la deuda pendiente puede quedar completamente eliminada.
  • Si el consumidor ha pagado una cantidad total superior al capital recibido, la entidad debe devolverle la diferencia.

Cómo reclamar por la tarjeta Ikea, paso a paso

A la hora de iniciar una reclamación por una tarjeta revolving Ikea, el proceso suele seguir una serie de etapas consecutivas.

1- Recopilar la documentación

Cuanta más información se reúna, más preciso será el análisis del caso. Resulta conveniente intentar reunir, sobre todo:

  • El contrato o la solicitud de la tarjeta Ikea, si se conserva algún ejemplar.
  • Las condiciones generales y particulares de la tarjeta.
  • Extractos mensuales o recibos bancarios en los que figuren las cuotas, con desglose de capital, intereses y comisiones, cuando aparezca.
  • Cuadros de amortización, si se facilitaron.
  • Comunicaciones escritas con la entidad, como cartas, correos electrónicos o avisos de cambios de condiciones.
  • DNI o NIE y datos identificativos del titular de la tarjeta.
  • En caso de tarjeta cancelada, cualquier documento que acredite la fecha de cancelación y el último movimiento.

Si no se dispone de parte de esta documentación, se suele poder solicitar directamente a la entidad emisora de la tarjeta Ikea. Un abogado puede encargarse de esta gestión en nombre del consumidor.

2- Estudio y valoración del caso

Con la documentación en la mano, hay que hacer un análisis detallado de la operación, respondiendo, entre otras, a cuestiones como:

  • Qué TAE se pactó en el momento de firmar el contrato.
  • Cómo eran las cuotas, es decir, si eran muy bajas respecto al saldo pendiente.
  • Si se facilitó al consumidor información clara sobre el funcionamiento de la tarjeta o se presentó simplemente como una tarjeta de compra Ikea.
  • Si se entregó algún cuadro de amortización o una simulación de la duración de la deuda según la cuota elegida.
  • Si el consumidor ha acabado pagando, en términos globales, una suma muy superior al capital realmente dispuesto.

A partir de estas respuestas se podrá definir si es más adecuado plantear la reclamación por usura, por falta de transparencia o por ambas vías acumuladamente.

3- Reclamación extrajudicial ante la entidad

Antes de acudir al juzgado suele presentarse una reclamación previa ante la entidad que emitió la tarjeta Ikea, y además es conveniente. En ese escrito es importante:

  • Identificarse como titular de la tarjeta.
  • Explicar, de forma breve, la forma en que se ha utilizado (por ejemplo, uso habitual del pago aplazado con cuotas fijas) y exponer por qué se considera que el contrato es nulo, ya sea por intereses usurarios, por falta de transparencia o por ambas razones.
  • Solicitar expresamente:
    • La declaración de nulidad del contrato de tarjeta revolving.
    • La devolución de todas las cantidades abonadas que excedan del capital efectivamente dispuesto, con una liquidación detallada.
    • Hacer constar que, en caso de no recibir respuesta satisfactoria dentro del plazo legal, se ejercerán las acciones oportunas ante las autoridades de consumo y ante los tribunales.

Es recomendable enviar esta reclamación por un medio que deje constancia fehaciente de su envío y recepción, por ejemplo, un burofax u otro sistema equivalente.

4- Reclamación ante el Servicio de Reclamaciones del Banco de España (opcional)

Si la entidad no contesta o rechaza la reclamación, se puede acudir al Servicio de Reclamaciones del Banco de España. Sus informes no tienen carácter vinculante, pero pueden resultar útiles como respaldo para una eventual demanda judicial y, en ocasiones, propician que la entidad esté más dispuesta a negociar un acuerdo.

5- Demanda ante el juzgado

Cuando la vía amistosa no da resultado, el siguiente paso es la interposición de una demanda ante el juzgado de primera instancia competente. En la demanda se suele solicitar:

  • Que se declare la nulidad del contrato de tarjeta revolving Ikea por usura y, en su caso, por falta de transparencia.
  • Que se condene a la entidad a:
    • Recalcular la relación económica, de modo que el consumidor únicamente deba devolver el capital efectivamente recibido.
    • Restituir todas las cantidades indebidamente percibidas que excedan de ese capital.
    • Cancelar cualquier deuda pendiente que quede por debajo del capital realmente dispuesto.

El juzgado puede requerir a la entidad la aportación del histórico completo del contrato (extractos, movimientos, etc.), lo que permite efectuar un cálculo exacto.

Si la sentencia es favorable al consumidor, se ajustará la deuda conforme a los criterios de nulidad aplicables y, en su caso, se ordenará la devolución de las cantidades que correspondan.

6- Cálculo de las cantidades a recuperar

Una vez declarada la nulidad, se procede a realizar una liquidación económica que, de forma simplificada, sigue estas fases:

  • Se suma todo el capital que el consumidor ha llegado a disponer mediante la tarjeta Ikea.
  • Se suman todas las cantidades abonadas a lo largo de la vida del contrato, incluyendo cuotas, intereses y comisiones vinculadas.

Si el importe total pagado supera al capital efectivamente dispuesto, la entidad debe devolver la diferencia. Si todavía quedara capital pendiente, se recalcula la deuda eliminando intereses, comisiones y otros cargos que no deban cobrarse tras la nulidad.

En muchos casos, el resultado práctico es que desaparece por completo la deuda y, además, el consumidor obtiene una cantidad a su favor que la entidad debe reembolsar.

Recomendaciones prácticas si tienes o has tenido una tarjeta Ikea

Al margen del estado concreto de tu contrato, conviene tener en cuenta algunas pautas generales, aplicables tanto a la tarjeta Ikea como a cualquier otra tarjeta revolving:

  • No firmar acuerdos privados sin asesoramiento. Algunas entidades proponen rebajas de la deuda a cambio de renunciar a reclamaciones futuras. Es esencial que un abogado revise cualquier propuesta antes de aceptarla.
  • Conservar todos los recibos, extractos y comunicaciones disponibles. Esta documentación es clave para poder reconstruir la relación económica y hacer los cálculos con rigor.
  • No demorar innecesariamente la reclamación. Aunque la acción de nulidad no prescriba, cuanto antes se inicie el proceso, antes se podrá clarificar la situación y evitar que se sigan generando cargos.
  • Contar con asesoramiento legal especializado. Las tarjetas revolving son productos con una regulación y una jurisprudencia específicas. Un abogado habituado a este tipo de reclamaciones puede aumentar significativamente las posibilidades de éxito y ayudarte a tomar decisiones informadas.
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