Bancario Bancario 08/06/2023

TIN y TAE: ¿qué son y en qué se diferencian?

TIN y TAE: ¿qué son y en qué se diferencian?

El TIN y la TAE son conceptos que se deben tener muy claros al contratar productos financieros. El TIN se refiere al Tipo de Interés Nominal y la TAE a la Tasa Anual Equivalente, pero ¿qué son exactamente y en qué se diferencian?

Diferencias entre el TIN y el TAE

El TIN consiste en un porcentaje fijo que se paga por contratar un producto financiero. Dicho porcentaje lo determina la entidad financiera, y constituye el precio efectivo del producto durante un período específico. Se trata, además, de un componente de la TAE, por lo que se tiene en cuenta a la hora de calcularla.

En cambio, la TAE es un porcentaje que determina el precio real, así como la auténtica rentabilidad de los productos financieros. Por tanto, este indicador es el que realmente permite ver la diferencia entre dichos productos y calcular una cantidad aproximada de los costes reales.

Si bien la TAE se puede utilizar para tener una aproximación del coste real de una oferta financiera, hay que tener presente que no toma en consideración otros gastos como los de notarías, seguros o las comisiones que pueda aplicar la entidad financiera después de la contratación, por ejemplo, de una hipoteca.

¿Cómo se calculan el TIN y la TAE?

El TIN es un componente de la TAE, por lo que es la primera cantidad a tener en cuenta. Se trata del indicador fijo de cualquier tipo de préstamo, y puede ser anual, mensual, semanal, diario, etc., si bien, lo más frecuente es que sea anual.

No hay una fórmula específica para calcular el TIN, sino que es un dato que marca el precio real y que es necesario para obtener la TAE, y que se puede conocer a través del porcentaje determinado por la entidad. Por ejemplo, si se solicita una hipoteca de 100.000 euros a un 3 % TIN anual, el contratante de la hipoteca tendría que pagar 3.000 euros anuales por esa hipoteca.

Normalmente, las entidad bancarias determinan el TIN mediante un cálculo conocido como la Identidad de Fisher, que consiste en la suma entre la tasa de inflación y el tipo de interés real que establece el Banco Central Europeo.

Por su parte, la fórmula para calcular la TAE es (1+TIN anual/f)^f – 1, siendo f igual a la frecuencia de pagos. Si es anual, el valor será igual a 1; si es semestral, es 2; si es cuatrimestral, es 3; si es trimestral, es 4; si es bimestral, es 6 y si es mensual, es 12.

¿Pueden ser iguales el TIN y la TAE?

El TIN y la TAE únicamente podrán ser iguales cuando los intereses se abonen al vencer el producto financiero. Dejando a un lado este supuesto, no suele ser posible que las dos cantidades coincidan. Además, las entidades financieras añaden gastos adicionales por comisiones y gestiones que deben incluirse en el cálculo de la TAE.

No obstante, dependiendo de la entidad de la que se trate, el TIN y la TAE se pueden acercar en mayor o menor medida. Asimismo, cuando se trata de una hipoteca, el porcentaje de la TAE también depende de si se ha elegido un tipo de interés fijo, variable o mixto.

Otros tipos de interés que se deben conocer

Además del TIN y de la TAE, hay otros tipos y tasas que resulta importante conocer cuando se va a contratar un producto:

  • La Tasa de Rentabilidad Efectiva (TRE): calcula la rentabilidad real al final de todas las operaciones.
  • El Tipo de Interés Efectivo (TIE): es un tipo que incluye el rendimiento anual de un producto, siendo un cálculo intermedio entre el TIN y la TAE.
  • La Tasa Interna de Rentabilidad o Retorno (TIR): al contrario que la primera tasa indicada, se calcula al principio de las operaciones. Incluye todos los gastos, para así poder determinar la rentabilidad total del producto.

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